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EL IMPACTO DE LA AUTOMATIZACIÓN Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN EL EMPLEO DEL SECTOR AGROALIMENTARIO ESPAÑOL

Estas estrategias no se llevan a cabo de manera aislada, sino que se combinan para

dar lugar al incremento del poder de mercado entorno a determinados
monopolios. Un ejemplo muy representativo es el papel de Microsoft en la creación

de ChatGPT. En concreto, el desarrollo de la start‐up OpenAI y de su principal
servicio ChatGPT, están vinculados a las estrategias de inversión de Microsoft.

Microsoft es propietaria del 49% de la primera. En particular, esta empresa

proveyó a OpenAI de superordenadores para entrenar los modelos de IA,
presionando para dirigirla desde la investigación a las aplicaciones. El resultado de

esto es la creación del famoso ChatGPT, al cual Microsoft invirtió más de 10.000

millones de dólares, que es un modelo de lenguaje a gran escala (LLM por sus
siglas en inglés) que tiene la capacidad de predecir qué palabra viene a

continuación de una secuencia. Estos modelos interactúan con el entorno y
aprenden a actuar en el por lo que mejoran a medida que procesan una mayor

cantidad de datos. En la medida en que son de uso abierto, las empresas o usuarios

que lo utilizan ofrecen datos o respuestas al modelo. Es decir, parte del trabajo que
produce la IA es realizado por los consumidores de esta, y de manera gratuita.

Además, Microsoft tuvo acceso a esta tecnología mucho antes que el público,

integrando esa tecnología a sus servicios de nube para entrenarla a su motor de
búsqueda (Bing). Una vez fue ChatGPT fue sacado al público, se expandió

rápidamente, otorgando a sus algoritmos una gran cantidad de datos para

continuar entrenando. Es llamativo que determinadas empresas como Amazon, JP
Morgan o Samsung hayan limitado o prohibido su uso a sus personas trabajadoras

ya que podrían utilizar cualquier información proporcionada en las iteraciones

posteriores de ChatGPT.

En lo que se refiere al sector agroalimentario, los procesos de digitalización

pueden suponer un riesgo de perder la independencia de los agentes del proceso

productivo. En concreto, algunos estudios argumentan que la digitalización acelera
la concentración de los medios de producción en el sector, beneficiando a los

grandes actores corporativos (Rotz et al., 2019).

Esta concentración también se hace evidente en la estructura de la industria de
insumos agrícolas. En el año 2017, las empresas de Bayer, Monsanto, Dow, Dupont,

ChemChina, y Syngenta representaban el 75% del mercado de insumos agrícolas.

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