Page 191 - El Comportamiento del Sector Agroalimentario ante la crisis del Covid 19

estabiliza, volviendo a registrar patrones de
consumo más estables y acordes a lo que
puede calificarse como una actividad
productiva normal.

Por otro lado, y por lo que se refiere al empleo
nacional, se estima que el impacto del Covid-
19 ha alcanzado, por el momento, cerca de
9.000.000 de personas, si se considera que
cerca de 4.000.000 de personas están
adscritos a algún tipo de ERTE; 1.120.000 de
autónomos, un tercio del total, han solicitado
ya la ayuda por cese de actividad; y hemos
registrado, hasta abril, según el SEPE, los
3.700.000 parados. Es decir, estaría afectada
el 40% de la población activa a diciembre de
2019.

Estos datos de impacto laboral han obligado,
desde luego, a aplicar medidas adecuadas de
política económica-social, para que la crisis
del Covid-19 no tenga efectos permanentes
en el mercado de trabajo y no amenace la
viabilidad futura de muchas empresas y
profesionales, además de garantizase con
tales medidas el bienestar social y asistencial
mientras la situación no alcance hitos de
recuperación. Si bien, las previsiones más
optimistas nos llevan a una recuperación que
no será anterior a la anualidad del año 2022 y
de ahí en adelante, siempre y cuando
obtengamos a corto plazo una vacuna que
por el momento está en fase de investigación
y pruebas clínicas por parte de distintos
consorcios farmacéuticos a nivel mundial.

Por lo que se refiere al tejido laboral propio
del sector mar-industria, podemos
congratularnos que, por el momento, ha
superado con éxito y destacada robustez los
efectos de la pandemia, pues salvo casos muy
particulares de empresas centradas total o
parcialmente en el canal Horeca o
dependientes en gran medida de la demanda
internacional, el impacto ha sido de
incremento de su actividad productiva para
hacer frente a una mayor demanda en el
consumo nacional, exigiendo a muchas
empresas del sector a incrementar sus
jornadas productivas e incrementar sus ratios

194