Como ya comunicamos hemos puesto en marcha la acción AS2018-0087 “MANUAL DE ERGONOMÍA ACTIVA PARA TRABAJADORES EN CULTIVOS BAJO ABRIGO (INVERNADEROS)”. Financiada por la Fundación Estatal para la Prevención de Riesgos Laborales, en el marco de la convocatoria de subvenciones destinadas a la realización de acciones sectoriales para el año 2018 en el ámbito de la prevención de riesgos laborales.
Los principales resultados encontrados, hasta el momento, en el estudio realizado son los siguientes. Las capacidades que utilizan estos trabajadores dependen del tipo de cultivo, pero se pueden resumir en fuerza estática, fuerza del tronco, estabilidad del brazo y la mano, fuerza dinámica, destreza manual, coordinación de múltiples extremidades, resistencia, flexibilidad de extensión y capacidades cognitivas de organización de la información (en algunos casos deben utilizar capacidades de venta). Hemos encontrado también que los riesgos más comunes son las caídas al mismo y distinto nivel, así como caídas de objetos en manipulación, atrapamientos por vuelco, golpes, cortes de maquinaria, atropellos de vehículos, incendio o explosión, intoxicación por productos químicos, exposición a agentes físicos (humedad, frío y calor), carga física, agentes biológicos y estrés laboral en temporadas altas. Por otra parte, respecto a lesiones las más comunes son traumatismos, contusiones, heridas y fracturas, así como alteraciones osteomusculares, tendinosas y circulatorias. Finalmente, hay que tener en cuenta los golpes de calor, la deshidratación, las lesiones irritativas, intoxicaciones agudas, reacciones alérgicas, picaduras, mordeduras, infecciones de heridas y problemas cutáneos y mucosos. Y en respecto al ámbito mental, se encuentra confirmación de riesgos de estrés tóxico, ansiedad y depresión.