UGT FICA Galicia acoge y valora muy positivamente el anuncio realizado por la Sala de lo Social del Tribunal Supremo (TS) confirmando la sentencia dictada por el TSXG, el 17 de diciembre de 2020, en la que declaró la nulidad de los ERE de Alcoa Inespal en su planta en San Cibrao, por considerar que la empresa había incurrido en mala fe comercial en el período de consulta. Por tanto, el Tribunal Superior desestima el recurso interpuesto por el Grupo Alcoa Inespal.

Tras la sentencia de diciembre de 2020, Alcoa se vio obligada a reintegrar a los trabajadores afectados y pagarles los salarios que ya no percibían por el despido. Como acertadamente señaló la sentencia TSXG, el único propósito que guió a Alcoa fue apagar las cubas, cerrar la fábrica de la manera más rentable posible. Una vez más, debe ser la Justicia la que debe poner freno a la mala fe de determinadas multinacionales.

Una victoria de los trabajadores por su lucha y perseverancia

UGT FICA Galicia insiste en que, ante esta sentencia, que reitera el sentimiento del TSXG, y que constituye una victoria para los trabajadores de Alcoa por su lucha y perseverancia en este largo conflicto, no hay otra salida que, entre todas las partes continuar trabajando por el futuro de la fábrica de la Marina y el mantenimiento de puestos de trabajo.

UGT FICA hace un llamamiento a la coordinación y trabajo conjunto de las administraciones públicas para que Alcoa siga produciendo en la factoría de Mariña porque el Sindicato insiste en que Alcoa tiene futuro y que todos los actores involucrados deben trabajar por alcanzar ese futuro.

Las administraciones, tanto la central como la Xunta, no pueden olvidar el importante activo que representa la factoría de San Cibrao, que aporta el 30% del PIB de toda la provincia de Lugo, por lo que la lucha por su futuro es más que una obligación.

Sin embargo, el Sindicato tiene claro que la lucha no termina aquí. Como dijimos cuando se conoció el fallo del TSXG, queda un largo camino por recorrer para los representantes de los trabajadores y las administraciones; queda un largo camino por recorrer en el que Alcoa y las administraciones tienen que dialogar y sentarse con las partes; dialogar y negociar pero bajo el paraguas de la buena fe y para garantizar de una vez por todas el futuro de la fábrica.

Las administraciones no pueden seguir “mareando la perdiz” en esta situación y están obligadas a garantizar el futuro de la factoría de Mariña.