Los datos del IPC de diciembre, publicados hoy por el INE, sitúan la inflación anual en un 3,1%, una décima menos respecto a noviembre. Así, 2023 concluye con una tasa media de inflación del 3,5%, 4,9 puntos menos que el dato alcanzado en 2022, aunque sigue siendo elevada.
En lo concerniente a la inflación subyacente, que recoge la inflación de componente más estructural, se reduce siete décimas –por segundo mes consecutivo- respecto a noviembre, alcanzando una variación anual del 3,8%, su nivel más bajo desde marzo de 2022. Con ello, su promedio anual asciende al 6,1%, en este caso, 0,9 puntos más que el año anterior.
Por otro lado, los alimentos vuelven a encarecerse en el último mes del año, reportando una tasa anual del 7,3%, de forma que en el cómputo de los 12 meses su precio ha subido un 11,7% respecto a 2022. Dentro de este grupo, en diciembre destacan los incrementos del aceite de oliva (un 55,6%), las legumbres y hortalizas (un 10,5%) y la fruta (9,7%). Otros productos básicos para los hogares, como la electricidad o los carburantes y combustibles, concluyen el año con una inflación media del -34,8 y -4.6% respectivamente, aunque los precios mantienen niveles elevados.
Retomar el diálogo social para mejorar las medidas anticrisis
Así, 2023 vuelve a ser un año en el que los hogares, especialmente aquellos con rentas más reducidas, han vuelto a sufrir los estragos de la crisis inflacionista, si bien ésta presenta un impacto más moderado respecto a 2022. Por todo ello, resulta positivo el mantenimiento de gran parte de las medidas anticrisis, en tanto suponen un alivio para el bolsillo de muchas familias trabajadoras.
No obstante, el sindicato lamenta que algunas medidas, como los impuestos aplicados a la banca y multinacionales energéticas, no se hayan extendido a otros sectores que están cosechando beneficios desorbitados, como las grandes superficies de distribución alimentaria. Desde UGT también reivindicamos una mayor participación de los interlocutores sociales y el diálogo social, en tanto la prórroga de las medidas se ha efectuado sin ningún tipo de consulta previa.
Proteger a los perceptores del SMI e impulsar cláusulas de revisión salarial en los convenios
Por otro lado, UGT reclama la necesidad de seguir subiendo los salarios. En 2023, el incremento salarial promedio fue del 3,46% (4% desde que se aprobó el AENC), ligeramente inferior a la inflación media (3,55%), lo que reafirma la importancia de firmar convenios con cláusulas de garantía salarial que corrijan estas desviaciones y protejan el poder adquisitivo de la clase trabajadora.
Así, 2024 debe ser el año en el que se consolide la positiva dinámica de crecimiento salarial que ha establecido el AENC, mejorando el poder de compra de los hogares para consolidar un nivel de consumo agregado suficiente y combatir el riesgo de pobreza y vulnerabilidad social, que afecta a una de cada cuatro personas en nuestro país. Por último, el sindicato también demanda la necesidad de seguir manteniendo la dinámica de subida del SMI, que en 2024 debe presentar un incremento superior a la inflación y al aumento medio de los salarios, con el fin de que población trabajadora pueda consolidar unas condiciones de vida dignas.