El secretario general de UGT FICA, Mariano Hoya, ha puesto hoy sobre la mesa los retos y objetivos a los que se enfrenta el Sindicato para seguir avanzando en mejoras sociales y laborales en un sector tan complejo y heterogéneo como el agroalimentario. En su intervención en la clausura de la reunión del Grupo de Trabajo del Sector Agroalimentario de UGT FICA, que se ha venido celebrando entre ayer y hoy en Ciudad Real, Mariano Hoya ha recordado que España es la cuarta economía agroalimentaria de la Unión Europea, aportando el 11,9 % del valor añadido bruto (VAB) comunitario del sector, y que tanto agricultura como industria alimentaria, que suponen el 9,1% de nuestro PIB, emplean a 1.301.300 trabajadores y trabajadoras.
Las cifras demuestran la solidez de nuestro sector agroalimentario, y evidencian su carácter estratégico, "como quedó sobradamente demostrado durante la pandemia". Esa solidez "debería manifestarse necesariamente a través de empleos dignos con salarios dignos". Sobre todo, "en el caso de las personas que trabajan en uno de los extremos de la cadena alimentaria, los trabajadores y trabajadoras del campo".
A este respecto ha insistido en que el empleo por cuenta ajena en el campo sigue caracterizándose por una combinación de salarios bajos y precariedad. "Son trabajadores y trabajadoras que, aparte de ser los peor pagados del conjunto de la economía española, tienen que luchar contra la picaresca en los fraudes en la contratación y en la declaración de las jornadas reales trabajadas". Por ello, para UGT FICA es prioritario conseguir un convenio estatal del campo, para proteger a todos los trabajadores y trabajadoras y homogenizar sus condiciones laborales evitando el dumping social entre regiones y la competitividad a base de salarios precarios.
RETOS DEL SECTOR
El secretario general de UGT FICA ha señalado que los retos a los que se enfrenta la industria agroalimentaria exigen aprovechar la oportunidad de los casi 1.320 millones de euros de fondos europeos Next Generation EU que recibe el sector. Uno de ellos es la reducción de los costes de producción que, a lo largo de 2022 crecieron un 18,3%, y que en ningún caso debe hacerse a costa de los salarios de las personas trabajadoras del campo, que son las peor tratadas del conjunto de la economía.
Otro de los retos más acuciantes es abordar el relevo generacional, ya que en la próxima década se van a jubilar el 60% de los actuales trabajadores agrarios. La edad media de los agricultores españoles es de 61 años, el 40% tiene 64 y solo el 3% tiene menos de 35. Por ello, es necesario conseguir que la profesión resulte atractiva para los más jóvenes, para lo que se requieres condiciones salariales bien reguladas, con derechos y con buenos salarios.
En este sentido, Mariano Hoya ha apuntado que, de poco sirve apostar por la digitalización, si detrás no hay personas jóvenes con conocimientos y ganas que quieran apostar por proyectos innovadores para modernizar la agroalimentación y que ésta gane en eficiencia y competitividad. Sólo así se podrán acometer nuevos proyectos desde la innovación, la tecnología y el conocimiento para avanzar hacia la digitalización desde una perspectiva ecológica.
Con relación al cambio climático, ha señalado que este afecta directamente a las condiciones laborales de las trabajadoras y los trabajadores del sector agroalimentario, sobre todo a los del sector primario, que sufren directamente lass inclemencias climáticas, además de jornadas laborales interminables y escasez de equipos de protección. Luchar contra el cambio climático significa también aplicar planes eficaces de gestión de la sequía y evitar más oleadas de incendios en el futuro. Replantearse el uso de los recursos, con la adopción de técnicas de riego más eficientes, y el control de la calidad del agua utilizada en los procesos de producción.
PAC y PERTE
Finalmente, Mariano Hoya ha apuntado a las altas expectativas que, desde UGT FICA, tenemos depositadas tanto en el Plan Estratégico de la PAC, como en el PERTE Agroalimentario, "dos importantes palancas para desarrollar toda la potencialidad de la Agroalimentación de nuestro país, tanto en lo económico como en lo social".
Desde la Federación confiamos en la eficacia de la condición social de la PAC como elemento para erradicar las malas prácticas laborales en el campo, al igual que la celebramos la oportunidad que representa el PERTE para acelerar la innovación en la industria agroalimentaria en su sentido más amplio. "Esperamos que ambas prácticas den lugar al crecimiento del empleo de calidad en las zonas rurales" y que, a través de las herramientas con las que contamos, como son el diálogo social y la negociación colectiva, "logremos que todas y todos los trabajadores del sector de la agroalimentación estén cubiertos por un convenio colectivo", ha insistido.
Ley de Industria y Pacto de Estado
Mariano Hoya ha aprovechado para recordar que en la pasada legislatura se quedaron en el tintero tanto la Ley de Industria como el Pacto de Estado para garantizar la implantación de medidas a largo plazo. Por ello, ha puesto el acento en la necesidad de un gobierno progresista que pueda concluir con éxito estos retos y, desde el máximo consenso de país, concretar a la mayor brevedad tanto la Ley de Industria como el Pacto de Estado sobre los que construir un nuevo modelo productivo.
España necesita una política de estado que obedezca a una estrategia determinada y a unos objetivos concretos", en línea con nuestra reivindicación de poder contar cuanto antes con "una política industrial articulada en torno a una Ley de Industria, con una gobernanza tripartita clara en la que se institucionalice el diálogo social, que integre medidas que garanticen una transición justa para todas las trabajadoras y los trabajadores que se vean afectados por los procesos de cambio" ha reclamado.
EL SECTOR EN CASTILLA-LA MANCHA
Con relación a la situación en Castilla-La Mancha, el secretario general de UGT FICA CLM, Raúl Alguacil, ha advertido de que las patronales de Castilla-La Mancha “no se están portando bien con los trabajadores y trabajadoras”. “Concretamente la patronal de Ciudad Real ya nos ha manifestado que no va a cumplir ni con el Salario Mínimo Profesional, algo totalmente inaceptable”.
En esta línea se ha manifestado el secretario general de UGT Castilla-La Mancha, Luis Manuel Monforte, quien ha criticado que a los trabajadores y trabajadoras del campo de la provincia de Ciudad Real, “se les está pagando por debajo del Salario Mínimo Interprofesional”. Monforte también ha apostado por la formación y cualificación de estos trabajadores y trabajadoras, así como por seguir luchando contra la lacra que representan las cifras de siniestralidad laboral.
Por su parte, el vicepresidente segundo del Gobierno regional de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, ha destacado que la fortaleza de este sector en la comunidad autónoma al tiempo que ha reclamado un pacto entre organizaciones sindicales y patronales para exigir rentabilidad en todos los eslabones de la cadena de producción.