Una representación de UGT FICA formada por su secretario general, Mariano Hoya, por el secretario general de UGT FICA Catalunya, Antonio Rudilla, por el secretario de sector Siderúrgico, Alberto Villalta, y por responsables de la Sección Sindical de UGT FICA en Celsa, mantuvieron en la tarde de ayer, miércoles 6 de septiembre, una reunión telemática con los representantes de los Fondos Acreedores de Celsa, a quienes la sentencia del Juzgado Mercantil ha homologado su plan de restructuración económica.
Los representantes de los fondos informaron al Sindicato de que, tras conocer la sentencia, han iniciado contactos tanto con el Govern de la Generalitat como con el Gobierno de España para tratar que estos no bloqueen la operación, y de que están convencidos de que no se necesita la aprobación de la operación por parte del Consejo de Ministros. En estas negociaciones, las administraciones imponen una serie de condiciones a los nuevos propietarios, como son el mantenimiento del empleo y de la sede social en España, que el consejo de administración esté formado, mayoritariamente, por consejeros del país, y que se mantenga la integridad del grupo. Según los representantes de los Fondos, están dispuestos a asumir todas estas exigencias.
Además, anunciaron que ya han nombrado Presidente de la compañía, cargo que ha recaído en Rafael Villaseca, y que ya tienen el nombre del CEO, un contrastado industrial cuya identidad no se dará a conocer hasta el momento oportuno.
Por parte de UGT FICA trasladamos que nuestra principal preocupación es el mantenimiento de los puestos de trabajo y la calidad de empleo en todas las empresas del grupo, así como la necesidad de que elaboren y compartan con los representantes de los trabajadores un plan industrial para el Grupo, en el que se especifique detalladamente estas exigencias. Paralelamente, solicitamos que se nos informe de todos los movimientos que se realicen y que se establezca un canal de comunicación fluida y constante entre las partes, dado que existe una gran incertidumbre entre los trabajadores.
Los representantes de los fondos se comprometieron a mantener las capacidades operativas de las plantas, e insistieron en que el problema actual no radica en el empleo del Grupo, como reconoce la propia sentencia al afirmar que las empresas de Celsa son rentables, sino que este radica en su excesivo endeudamiento, que se verá reducido por la capitalización de una parte de la deuda (1.352 M de €). Por ello consideran que no es necesario realizar un nuevo plan industrial, y que los fondos son los primeros interesados en que el Grupo marche bien para rentabilizar su inversión.
Finalmente, los representantes de los fondos acreedores se comprometieron a mantener informado al Sindicato sobre todas las novedades que vayan produciendo y, reiteraron su mensaje de tranquilidad a las plantillas, remitiéndose a la nota de prensa que han hecho pública y en la que dejan claro que no tienen ninguna intención de reducir empleo en ninguna planta de las plantas del Grupo.