La Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT ha vuelto a exigir hoy la aplicación de medidas dirigidas a minimizar el impacto del proceso de transición hacia una economía ecológica y sostenible en los centros de trabajo y en el empleo de la industria del automoción. UGT FICA lamenta que este proceso se esté abordando en base a parches y remiendos, al margen de los agentes del sector, y poniendo en serio riesgo los puestos de trabajo y las plantas que deberían protegerse, en lugar de acometer de forma decidida una transición justa, consensuada y ordenada.
Para el secretario del Sector Automovilístico de UGT FICA, Jordi Carmona, “nos encontramos en un punto de inflexión”, en el que la gestión que se haga de los fondos europeos y de las políticas industriales “va a marcar el futuro del modelo productivo que queremos para España, apostando o por un país de turismo y de servicios o un país con una industria sólida, en el que el sector industrial siga siendo puntero y un referente a nivel europeo y mundial tanto en inversiones como en exportaciones”.
Desde UGT FICA venimos reivindicado desde hace muchos años “un modelo económico de país basado en la industria, capaz de abordar el proceso de transición de forma justa para que ningún trabajador se quede atrás, anticipando las medidas y, sobre todo, las consecuencias de esta transformación tanto en el mercado de trabajo como en el Estado de Bienestar, y contando con las aportaciones de los actores que están presentes en la industria y, en este caso en concreto, en el sector automovilístico”.
Tenemos sobre la mesa nada menos que 11 PERTEs que hemos considerado desde el principio como fundamentales para acometer la transformación económica del país pero que, lamentablemente, no terminan de aprovecharse en toda su dimensión ni para impulsar la industria ni como palancas del cambio de modelo que venimos reclamando.
Un ejemplo de esta indefinición lo constituye el caso del PERTE VEC, que va ya por su segunda convocatoria, y sigue adoleciendo, como criticamos en su día, de falta de flexibilidad: flexibilidad en los avales, en los proyectos y en los años de inversión, además de no incluir al conjunto de la cadena de valor del sector y de no exigir el compromiso social a las empresas que optan a las ayudas públicas para garantizar el empleo y las condiciones laborales de sus plantillas.
Desde UGT FICA “vamos a seguir apelando también en esta convocatoria a la responsabilidad social de las empresa”, al igual que hicimos en la primera, y sobre todo, “vamos a seguir insistiendo para que se dé la oportunidad a los agentes sociales del sector de participar en la construcción de la industria del automóvil de futuro para nuestro país, más allá de la posible eficacia de medidas transitorias como son los PERTEs, que no dejan de ser ayudas coyunturales en momentos de crisis cíclica determinados”.
A este respecto “son necesarias medidas de carácter estructural dirigidas a potenciar los centros de trabajo y a consolidar los 2000000 de puestos de trabajo directos e indirectos con que cuenta el sector”. Necesitamos una verdadera política industrial que se vertebre como una estrategia de estado, independientemente de los resultados de las elecciones general del 23-J y de cualesquiera otras que se puedan convocar con posterioridad, a través de un Pacto de Estado por la Industria articulado en torno al diálogo social que, en el caso del sector automovilístico, debe tener en cuenta no solo a las empresas fabricantes sino también a los sindicatos y a toda la cadena de valor (componentes, concesionarios, talleres, ITVs, fabricantes de motocicletas, bicicletas, etc..).
En este contexto hay que hablar también de las 32 horas semanales (4 días de trabajo), del contrato relevo como figura estable, del mecanismo RED, de la jubilación a los 60 años con todos los derechos, del impuesto a los robots, de los incentivos a la compra de vehículos, del apoyo a los motores de combustión en tanto se produce la transición al vehículo eléctrico, de la política de movilidad en las ciudades, etc.
Esperamos que el 23-J no suponga un punto y aparte en lo que se ha venido haciendo hasta ahora en el sector, y se culminen las actuaciones y las políticas específicas iniciadas en años anteriores.
Para ello es preciso que el Gobierno que salga elegido en las urnas, que esperamos sea de izquierdas y progresista, tome nota de las propuestas del sector (incluidas las de UGT FICA) y convoque a todos y todas las agentes implicados en una mesa de negociación en la que presentar iniciativas, debatir y alcanzar un acuerdo completo para el sector, porque, de no acometer medidas, la transición va a continuar avanzando y la inacción acabará más pronto que tarde con el lugar privilegiado que todavía ocupa nuestra industria del automóvil.