Así, todas las personas trabajadoras afectadas por este convenio colectivo, sea cual sea su categoría -unas 6.000 durante todo el año, y hasta 10.000 o más en campaña- tendrán una subida lineal de casi 700 euros anuales.
La patronal y los sindicatos solventaron ante el jurado arbitral las diferencias de interpretación del artículo del convenio colectivo que establece qué incrementos salariales deben aplicarse cuando los salarios de la categoría más baja quedan por debajo del SMI, como ocurre en este 2023. Ante esta eventualidad, el convenio señala que “si durante la vigencia de este convenio aumentase el Salario Mínimo Interprofesional, quedará éste garantizado para la categoría de peones, manteniéndose en todo caso las diferencias existentes entre las diferentes categorías que figuran en la tabla salarial.”
Ante la oposición patronal a aceptar la aplicación de lo convenido, los sindicatos solicitaron una mediación ante el Jurado Arbitral, advirtiendo de que “si no se avienen, iremos a concentrarnos en FENAVIN”, la feria nacional del Vino que se está celebrando en Ciudad Real entre el 9 y el 11 de mayo, con un gran éxito.
“El vinícola es un sector altamente rentable y no era de recibo que no se subieran los salarios. Hay que resaltar que cuando se impone la responsabilidad, cuando ambas partes se atienen a lo pactado, el acuerdo se abre paso con naturalidad”, han valorado los sindicatos.
“Así ha ocurrido en el caso de Vinícolas, en beneficio de las y los trabajadores, pero también del conjunto del sector, que hoy puede presentarse con dignidad en Fenavin. Situación que se contrapone a lo que ocurre con la patronal provincial del Campo. Desde 2020, ASAJA de Ciudad Real se niega a adecuar las tablas salariales al SMI y mantiene caducado y bloqueado el convenio colectivo desde entonces. Una vergüenza y un oprobio para ASAJA, pero que también ensucia a cuantas personas y empresas de la provincia están relacionadas con la vid y el vino”, denuncian UGT FICA y CCOO Industria.