El principal problema al que se enfrenta los trabajadores y trabajadoras que ejercen su labor habitualmente en sus domicilios es que desconocen para qué marca o marcas trabajan, con lo cual, ningún acuerdo marco internacional suscrito por las cadenas de suministro tiene en cuenta sus derechos laborales, dado que ignoran el contenido de estos acuerdos. Esta situación se produce frecuentemente en países como Pakistán, India o Indonesia, que trabajan para las grandes empresas mundiales del sector.
El problema se agrava cuando el trabajo es subcontratado por una empresa distinta de la principal, y la empresa secundaria no tiene contratados a los trabajadores domiciliados, de forma que no aparecen registrados en las cadenas de suministro, con la evidente pérdida de derechos que supone esta práctica. De hecho, la mayoría de ellos y ellas no cobran ni siquiera el salario mínimo vigente en su país, agravando su vulnerabilildad. Este tipo de trabajo en domicilios está muy extendido en Pakistán, y es la única forma de que las mujeres con hijos pequeños puedan trabajar y aportar dinero a la familia, aunque en la mayoría de los casos resulta claramente insuficiente.
Desde IndustriALL se va a instar a la Comisión Europea a que incluya un anexo en la ley de debida diligencia para que se tengan en cuenta los problemas específicos de este tipo de trabajadores y trabajadoras y se les dé una solución a la enorme precariedad que vienen arrastrando. Se trata de trabajadores y trabajadoras "invisibles", que necesitan de una mayor protección laboral en la cadena de suministro de sus países.
Por parte de UGT FICA ha participado en la reunión el compañero Javier Usón, representante de la Federación en el Comité Europeo de Diálogo Social del Sector Textil.