La reforma laboral en 2022: más empleo y de mejor calidad
Los datos de paro publicados hoy por el Servicio Público de Empleo (SEPE) muestran que hay 43.727 personas desempleadas menos en el mes de diciembre, y los datos de afiliación a la Seguridad Social reflejan un incremento de 12.640 personas afiliadas más en media. Como es habitual en los meses de diciembre, estas cifras vienen muy determinadas por el incremento de la actividad por la campaña de Navidad. Con ello, el total de parados registrados se sitúa en el nivel más bajo desde diciembre de 2007, con un total de 2.837.653 personas, y los ocupados se mantienen por encima de los veinte millones (20.296.271).
Este mes cierra el primer año en que comenzó a actuar la reforma laboral de 2021. El balance es muy favorable en aspectos como la contratación indefinida. En este mes de diciembre la proporción de contratos indefinidos ha sido de un 39,0%, un valor muy superior a cualquiera de los diciembres anteriores. En el conjunto del año 2022 la proporción de contratos indefinidos marca un récord histórico con un 38,4%. Se han firmado más de siete millones de contratos indefinidos, casi cinco millones más que los que se firmaron en 2021. Asimismo, desciende la temporalidad entre las personas trabajadoras afiliadas a la Seguridad Social, cuya tasa ha sido del 15,5% en diciembre, 12,4 puntos porcentuales menos que la que se registró un año antes (27,9%).
No obstante, pese a los avances todavía persisten problemas que hay que abordar, como el elevado número de parados de larga duración. UGT exige unas políticas activas de empleo efectivas para poder dar una nueva oportunidad a cientos de miles de personas que llevan más de un año en búsqueda de empleo.
Otro problema es la elevada inflación, que no ha sido acompañado de una subida salarial que garantice la capacidad adquisitiva de las personas trabajadoras. La inflación, según las cifras provisionales, será en 2022 de un 8,4%, una cifra que dista mucho del 2,69%, porcentaje en que han aumentado los salarios en convenio hasta noviembre. Esto supone una pérdida de poder de compra de 5,3 puntos porcentuales. Por lo tanto, es fundamental aumentos salariales en convenio muy superiores y que se incrementen las firmas de cláusulas de garantía salarial. Para ello, sería óptimo alcanzar un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).
Por otra parte, 2023 tiene que comenzar con una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que permita a las personas que menos renta tienen a mantener su poder de compra (lo que para UGT implica un incremento hasta los 1.100 euros en catorce pagas). En cualquier caso, este año debe alcanzar el 60% del salario medio, tal y como suscribió España en la Carta Social Europea.
En resumen, es imprescindible acometer subidas salariales para evitar que las personas trabajadoras paguen las consecuencias de una coyuntura económica forzada por la situación internacional y para evitar que se produzca una desaceleración de la economía.
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