Los trabajadores del sector del calzado irán a la huelga el próximo jueves, 1 de diciembre. El intento de mediación de ayer en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) finalizó sin acuerdo, lo que aboca a los más de 41.000 trabajadores del sector a una jornada de paro y nuevas movilizaciones. Las patronales FICE y AEC no solo no realizaron ningún avance en materia salarial sino que, además, rechazaron el ofrecimiento de los mediadores de llevar a cabo una última reunión de la mesa negociadora para evitar la huelga, lo que viene a confirmar que no tienen ni han tenido intención de alcanzar ningún tipo de acuerdo que suponga beneficios para los trabajadores.
Esta actitud irresponsable evidencia su desprecio hacia el esfuerzo que están dispuestas a realizar todas las plantillas para evitar el cierre de empresas y la consecuente pérdida de empleo. La reivindicación salarial de los representantes de los trabajadores pasa por un ajuste cercano al IPC real al final de la vigencia del convenio, considerando que para entonces, la inflación se habrá moderado y se podrá recuperar la parte de poder adquisitivo cedido en esta negociación para asegurar la supervivencia del sector. Sin embargo, mientras las trabajadoras y trabajadores están dispuestas a colaborar, una vez más, en aras de la supervivencia del sector, las patronales siguen demostrando su falta de empatía hacia las plantillas en un contexto en el que deberían ofrecer, al menos, un talante negociador y aprovechar todas las oportunidades para poder alcanzar un acuerdo.
Lametablemente, no ha sido así, por lo que el próximo jueves, el sector del calzado llevará a cabo su primera huelga en los últimos cuarenta y cinco años.