El secretario general de UGT FICA, Mariano Hoya, ha iniciado su intervención en el acto de clausura del 16º Congreso Regional manifestando su emoción y orgullo por estar en una comunidad como la asturiana que ha dado grandes sindicalistas a la UGT, como Lito, Eduardo Lafuente, José Manuel Suárez, Eduardo Donaire, Bernabé Alonso, Justo Martínez y tantos otros. A continuación ha felicitado a la nueva Comisión Ejecutiva y ha agradecido su apoyo y el de su secretario general, Jenaro Martínez, a quien le une una profunda amistad, tanto en el 44º Congreso Confederal de UGT como en el 29º Congreso Federal que celebramos en Málaga. Mariano Hoya ha destacado el papel jugado por UGT FICA en el congreso confederal, fundamentalmente en aspectos que consideramos fundamentales para abrir debates en el seno de la Organización, que tiene que adaptarse a los nuevos tiempos y a los profundísimos cambios que se están produciendo en los sectores industriales, buscando el reequilibrio en la estructura de tres federaciones para facilitar, entre otros aspectos, que los servicios a la industria se incorporen y organicen en el seno de la Federación de Industria. Y todo ello "con el objetivo de resolver el futuro de la UGT porque si no, la UGT no será, será otra cosa, después de ciento treinta y siete años de historia".
La llegada de Trump y su guerra arancelaria ha conseguido que, al menos, Europa haya reaccionado y acelerado la toma de decisiones. Desde UGT FICA venimos exigiendo un Pacto Industrial en Europa y Pacto por la Energía Europeo, al igual que reclamamos en España, un Pacto de Estado de por la Industria y la puesta en marcha de la Ley de Industria, en cuya elaboración ha participado UGT FICA, y que debe proteger a nuestra industria y evitar, entre otras cosas que empresas multinacionales decidan marcharse del país, luego de recibir dinero público, una ley que proteja a los trabajadores y las trabajadoras frente a las multinacionales que deciden marcharse y que las obligue a devolver las ayudas públicas, pero también una ley que consiga una energía barata y competitiva que facilite que España alcance una mayor a autonomía estratégica, competitividad y sostenibilidad.
Ha hecho mención a la reducción del tiempo de trabajo y ha criticado a Junts por su más que probable oposición a su aprobación en el Congreso a las 37,5 horas, "una reducción que no es ningún drama" ya que la media de jornada laboral está en 38 horas y en muchos convenios del metal lo tienen superado. "No se va a caer el mundo, como tampoco se cayó con la subida del SMI". Esta reducción de jornada debe hacerse por ley porque la negociación colectiva se ha demostrado inútil para reducir la jornada.
Otra de las tareas pendientes e impostergables sigue siendo acabar con la inasumible accidentabilidad que se produce en nuestro país. Tras recordar a los cinco fallecidos en la mina de Cerredo y solidarizarse con los familiares y amigos, Mariano Hoya ha recordado que, lamentablemente, estos fallecidos vienen a unirse a las 796 personas trabajadoras fallecidas el año pasado, una cifra que se resumen en dos trabajadores diarios fallecidos por el hecho de ir a trabajar. "Hace falta una nueva ley de prevención de riesgos laborales, hace falta mucha y más inspección de trabajo y dotarla de más medios, y hace falta un plan de choque contra la siniestralidad, y también urge el delegado de prevención sectorial de riesgos laborales que puedan vigilar y exigir el cumplimiento de la ley a las empresas pequeñas, que constituyen el 98% de las empresas y es donde se producen más accidentes laborales". Y en esta lucha contra la siniestralidad laboral también se necesita el compromiso de los gobiernos autonómicos y no solo del gobierno central.
Por su parte, Jenaro Martínez ha señalado que para que la industria pueda ser motor del crecimiento económico requiere de la toma de decisiones y medidas en nuestro país, como es la ley de industria, que está en trámite parlamentario y que tiene que desembocar en un pacto de Estado por la industria y un pacto de Estado por la energía, de tal manera que en nuestro país se pueda llegar al 20 % del PIB industrial, cosa que en Asturias ya ocurre.