El secretario general de UGT FICA, Mariano Hoya, ha hecho hoy un llamamiento a no bajar la guardia y a seguir apostando por la negociación colectiva como mejor herramienta de cohesión y redistribución de la riqueza con la que cuenta los trabajadores y las trabajadoras. Ante más de doscientos delegados y delegadas de UGT FICA que han llenado el salón de actos del Centro de Formación Profesional Arsenio Jiménez de Zaragoza, Mariano Hoya ha insistido en la necesidad de que el sindicato se mantenga alerta ante un año 2023 complicado en materia de negociación colectiva, entre otras razones, por la negativa de la patronal a negociar un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) a nivel estatal que garantice el poder adquisitivo de los salarios y dé cobertura a aquellos convenios en los que la presencia sindical es menor y son susceptibles de mantenerse bloqueados por la presión empresarial.
Mariano Hoya ha recordado el reciente acuerdo salarial unitario alcanzado por UGT y CCOO, un acuerdo que van a defender en la mesa de diálogo social para incorporarlo al AENC, y en concreto, se ha referido a la inclusión de una cláusula de revisión salarial que combina dos criterios: por un lado, la evolución del poder de compra de los salarios, y por otra, la situación económica de las empresas medida por la evolución de su margen de beneficios y fijan subidas salariales iniciales para cada año del 5% en 2022, 4,5% en 2023 y 3,75% en 2024.
Ha destacado el acuerdo alcanzado el pasado mes de noviembre entre los gobiernos central y de Aragón para una Transición Justa, que ha situado a la Comunidad Autónoma de Aragón como la primer que cuenta con un documento base con compromisos específicos para las zonas afectadas por el cierre de centrales eléctricas de carbón y de explotaciones mineras. Este acuerdo contempla una inversión de 200 millones de euros de fondos públicos para 34 municipios. Entre sus actuaciones destaca el concurso de acceso para la red eléctrica del nudo Mudéjar, liberado tras el cierre de la térmica de Andorra, que ha ganado Enel Green Power España, con una inversión de 1.500 millones de euros en la región.