UGT FICA denuncia la persecución emprendida por el régimen militar de Myanmar

El secretario general de UGT FICA, Pedro Hojas, ha remitido una carta al presidente del Gobierno en la que exige, entre otras cosas, que el régimen militar de Myanmar retire todos los cargos contra los líderes políticos, activistas, manifestantes y dirigentes sindicales

El secretario general de UGT FICA, Pedro Hojas ha remitido hoy, 16 de junio, una carta al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en la que denuncia la persución emprendida por el régimen militar de Myanmar (antigua Birmania).

En la carta, ambas organizaciones exigen, entre otras cosas, que el régimen militar de Myanmar retire todos los cargos contra los líderes políticos, activistas, manifestantes y dirigentes sindicales; libere inmediatamente a todos los detenidos en el marco del golpe de Estado; devuelva el poder político al gobierno civil; deje de utilizar armas letales y violencia contra los manifestantes; respete los derechos de los y las trabajadoras y funcionarios a asociarse libremente y a la huelga; y defienda el estatus legal de las 16 organizaciones sindicales que recientemente fueron consideradas ilegales. 

Desde que tomó ilegalmente el poder el 1 de febrero, la junta militar ha despedido a más de 20.000 profesores, más de 2.000 conductores de tren, cientos de médicos y enfermeras, trabajadores de plataformas petrolíferas y refinerías, así como empleados de banca. También ha ordenado el arresto y la detención de líderes sindicales. Los militares han asesinado a unos 796 manifestantes, disidentes y otros civiles desarmados, incluidos niños. 

Ante esta gravísima situación, desde UGT FICA le solicitamos como Presidente del Gobierno de España que reconozca al Gobierno de Unidad Nacional (GUN) como representante legítimo de Myanmar, así como que su Gobierno, impugne la representación de Myanmar en todas las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales. 

Desde UGT FICA trasladamos nuestro apoyo y solidaridad  a las organizaciones sindicales y al conjunto del pueblo birmano, que ha dado pruebas claras en los últimos tiempos de su compromiso con la democracia. El ejército debe deponer su actitud golpista que solo pretender el mantenimiento de privilegios políticos y económicos para sus más destacados dirigentes.