El 90% de los accidentes que ocurrieron en 2024 en la industria, la construcción, el campo y la agricultura, se podrían haber evitado si las empresas hubieran cumplido la Ley. Al no hacerlo, perdieron la vida por un asesinato laboral algo menos de cuatrocientas personas en estos sectores, una “desgracia”, una “absoluta barbaridad” y una “pandemia silenciosa”, en opinión de UGT FICA, CCOO del Hábitat y CCOO de Industria, que esta mañana se concentraron ante la CEOE para denunciar la situación y exigir un Pacto de Estado. “Esto no va de reducir la siniestralidad”, se dijo. “Va de que haya cero muertes en el trabajo”.
Cuatro mil delegados y delegadas de CCOO del Hábitat, de CCOO de Industria y de UGT FICA se han concentrado frente al número 50 de la calle de Diego de León, donde está la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Las tres organizaciones sindicales consideran responsables a las empresas del elevado número de accidentes de trabajo que, año tras año, confirman las estadísticas, y que van en aumento en la industria y la construcción. Denuncian que la prevención no está integrada en la gestión y que persiste el desprecio por la vida de las personas trabajadoras.
El colofón a la concentración lo pusieron las intervenciones de los secretarios generales de CCOO, UGT, CCOO del Hábitat, UGT FICA y CCOO de Industria. Sobre el escenario, y antes de que tomaran la palabra, tuvo lugar una “performance” en la que se demostró la escasa inversión que requiere mejorar mínimamente las condiciones laborales. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo de las dos personas que mueren al día por causa de accidentes laborales y se apuntó que la precariedad laboral mata y que las malas condiciones de seguridad, la falta de formación y la inestabilidad aumentan el riesgo de morir trabajando.
Según el avance estadístico del INE entre enero y agosto de 2025 murieron 404 personas en su puesto de trabajo y solo ayer fallecieron tres compañeros en el sector de la construcción, lo que confirma la falta de integración de la prevención de riesgos laborales en las empresas y la escasa sensibilización de la parte empresarial en la seguridad y salud. Para corregir esta situación las tres organizaciones sindicales reclamaron un Pacto de Estado contra la Siniestralidad Laboral, renovar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (que tiene treinta años), implementar la figura del delegado territorial de prevención de riesgos laborales, aumentar los recursos de la Inspección de Trabajo y tener una patronal “seria y responsable”.
Fue el secretario general de CCOO de Hábitat el que primero se adentró en las cifras. Tras advertir de que cada año en el sector de la construcción mueren más de cien personas, lamentó que, desafortunadamente, “absolutamente nada cambia”, porque, entre otras cosas, “quienes están en este edificio miran para otro lado”, en referencia a quienes dirigen la CEOE. “La obligación de prevenir los riesgos laborales y de asegurar la salud de las personas trabajadoras es, en primera instancia, de la patronal”, aseguró Daniel Barragán.
Por su parte, el secretario general de UGT FICA, exigió medidas concretas como “la puesta en marcha de coeficientes reductores de jubilación para quienes trabajan en condiciones penosas, tóxicas o peligrosas e impulsar juzgados especializados en salud laboral”. Mariano Hoya advirtió a las administraciones y a las empresas que “si no toman medidas con urgencia, volveremos con movilizaciones más contundentes”.
Cuando el secretario general de CCOO de Industria se subió al atril dedicó unas palabras a la plantilla de Vestas, que lleva meses en conflicto peleando por su salud, y recordó que es en las empresas donde hay sindicatos organizados, confederales y de clase, donde mejores son las condiciones laborales. “Es una desgracia, dijo Fran San José, tener que estar aquí reclamando por nuestra vida”.