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UGT FICA pide prudencia y una respuesta clara, proporcionada, firme y unánime de la UE ante el posible impacto de los aranceles en el sector agroalimentario español
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UGT FICA pide prudencia y una respuesta clara, proporcionada, firme y unánime de la UE ante el posible impacto de los aranceles en el sector agroalimentario español

El secretario del sector Agroalimentario de UGT FICA, Sebastián Serena, entiende que penalizar desde Europa o España al mercado americano no puede ser la solución

 

Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU, abriendo la caja de Pandora con la imposición de grandes aranceles a los productos que entran en ese país, ha conseguido que, prácticamente en todo el mundo, se haya asentado la incertidumbre en la evolución económica, sin saber cuáles pueden ser sus consecuencias finales.
Sin entrar a valorar los objetivos que persiguen las medidas del presidente de EEUU, lo que sí parece que ya está ocurriendo es que las grandes bolsas abren casi todos los días con pérdidas y que los inversores parecen esperar para decidir en dónde y en qué productos invertir. Hay expertos que advierten sobre una próxima recesión, e incluyen a EEUU como país afectado, etc,..
Europa será una de las regiones donde más impacto tendrán las medidas de Trump y, en particular, en el sector agroalimentario. Según los últimos datos anuales de Eurostat, Estados Unidos es el segundo destino de las exportaciones agroalimentarias europeas, solo superado por el Reino Unido, pues han sumado 27.155 millones de euros en 2023, con una cuota del 12 % del valor total.
En cuanto a las importaciones, Estados Unidos ha enviado a la UE productos agroalimentarios por valor de 11.734 millones de euros en 2023, el 4,2 % menos que el año anterior, situándose como cuarto importador por detrás de Brasil, Reino Unido y Ucrania, con una cuota del 7 %. Por lo que, en general, la UE ha registrado un superávit en la balanza comercial agroalimentaria con EEUU de 15.421 millones de euros en 2023.
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Por otro lado, entre enero y octubre de 2024, las exportaciones agroalimentarias europeas a Estados Unidos han alcanzado los 25.097 millones de euros, lo que supone un aumento del 11 % respecto al mismo periodo de 2023, según Eurostat.
Mientras, en los diez primeros meses del año pasado las importaciones procedentes de ese país han caído el 1 %, situándose en 9.618 millones de euros. Es decir, hasta ahora, Europa sigue exportando más a EEUU de lo que este país exporta a Europa.
El Gobierno estadounidense, pretende dar la vuelta a las cifras y, según las últimas perspectivas de comercio agrícola que maneja el Departamento de Agricultura del Gobierno estadounidense, difundidas en febrero, en el año fiscal de 2025 (de octubre de 2024 a septiembre de 2025) sus exportaciones a la UE ascenderán a 12.700 millones de dólares (12.038 millones de euros). Este crecimiento exportador se atribuye a un incremento de ventas en nuestro continente de productos vegetales procesados, lácteos, grano y cacao.
En el caso de España, y al margen de los efectos que puede tener en nuestro país, la reducción (si es que se da) de la balanza comercial entre Europa y EEUU, lo que preocupa a empresas, organizaciones agrarias y empresariales, Gobierno, etc. y a UGT FICA, son las consecuencias que se pueden derivar de esa caja de Pandora.
El sector agroalimentario español, exportó a EEUU en 2024 por valor de 2.319,8 millones de euros, siendo el aceite de oliva el producto estrella, al superar los mil millones (1.013,4) de euros. A continuación figuran vinos y mostos por valor de 334,8 millones de euros y legumbres y hortalizas en conservas, por 247 millones de euros. Y ello sin despreciar al resto de productos, como artículos de confitería, jugos, quesos, moluscos o pescado fresco.
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Los fabricantes y transformadores de esos productos son, en su mayoría, pequeñas empresas con escasas alternativas y poco tiempo para reaccionar. Por tanto, no cabe duda de que los aranceles de Trump ponen en riesgo a las pymes de nuestro país.
Así lo denuncian representantes empresariales como la Federación Española del Vino (FEV) que advierte de que los aranceles ya anunciados por el presidente de EEUU podrían suponer un importante golpe para las bodegas españolas, para las que este mercado es el segundo mayor destino de exportación en general y el primero en el caso de los vinos espumosos. Máxime si tenemos en cuenta que el 99% de las bodegas españolas son pequeñas y medianas empresas.
De la misma manera afectará a las ventas de aceite de oliva en EEUU, que si bien, son empresas de mayor tamaño, los aranceles impuestos repercutirán en el precio final del producto en el país de destino y, por tanto, es previsible una reducción del consumo.
En toda esta vorágine, las recetas que se aportan son diversas. Desde eliminar todo tipo de aranceles entre países de algunos productos como fórmula para la estabilidad económica del sector que lo propone, a apostar por explorar nuevas vías comerciales para buscar aliados más fiables, a aplicar respuestas acordes a la amenaza que supone la imposición de aranceles, o a implementar medidas de protección de los intereses del sector agroalimentario español; incluso se reclama prudencia debido a los cambios de opinión que suele tener el mandatario estadounidense. Otros representantes de sector confían en que el problema se solucione con urgencia por la vía diplomática mientras reclaman a las autoridades españolas y europeas que respondan con unidad, firmeza y proporcionalidad, evitando contramedidas que puedan generar una espiral de represalias sobre determinados productos, etc. 
Por su parte, el Gobierno español ha anunciado una primera medida que busca paliar el impacto a los afectados por el inicio de esta guerra comercial con una inyección de liquidez de 7.400 millones de euros, que se suman a otros 6.700 millones de instrumentos ya existentes: en total 14.100 millones de euros, a los que se sumarán parece, las ayudas que se adopten en la UE.
Desde UGT FICA, consideramos necesaria una respuesta clara, proporcionada, firme y unánime por parte de la UE y del Gobierno español, pero con la suficiente prudencia para que la acción – reacción, no ponga en peligro retomar la normalidad en el comercio entre la UE, España y EEUU.
UGT FICA entiende que penalizar desde Europa o España al mercado americano no puede ser la solución, dado que esta estrategia incrementará el precio de los productos que se adquieren fuera y se consumen dentro de nuestras fronteras.
Por el contrario, flexibilizar las reglas de la UE sobre las ayudas de estado para poder ayudar a los sectores afectados sin caer en competencia desleal puede beneficiar a nuestras empresas.
Ser prudentes en estos momentos, quizás sea la mejor forma de abordar la situación. Esperar a ver cómo reaccionan otros mercados como China, etc. y el propio poder económico en EEUU en base a las repercusiones sobre la bolsa y los mercados norteamericanos, podrían hacer cambiar las políticas arancelarias de Trump.
Con las ayudas de 14.100 millones de euros del Gobierno, se puede intentar mantener mercados en EEUU, u optar por diversificar a otros países.