La internacional sindical IndustriALL Europa ha organizado esta jornada de acción para exigir un verdadero plan industrial europeo que no busque seguir o elegir entre China o Estados Unidos, sino un plan para Europa que retome su destino de la mano de las inversiones, la investigación y el desarrollo
Este 5 de febrero, los sindicatos europeos afiliados a IndustriALL Europa han protagonizado una movilización de protesta en Bruselas para exigir que se invierta en buenos empleos industriales antes de que la Comisión Europea anuncie, este 26 de febrero, el acuerdo por una industria limpia.
A la movilización han asistido, por parte de UGT FICA, el secretario del Sector Siderometalúrgico, Raúl Cueto, y el colaborador de la CEF, José María Piñero, quienes han aprovechado, junto a la responsable de la oficina de UGT en Bruselas, Isabel Caño, para reunirse con el eurodiputado Jonás Fernández, del grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, a quien han trasladado las propuestas y revindicaciones de UGT FICA en materia de política industrial.
Posteriormente, se han reunido en la sede del Comité Económico y Social Europeo (CESE) con Andrés Barceló, asesor del CESE y ex director general de la patronal de UNESID, con quien han intercambiado información sobre la situación industrial y del acero en Europa.
Jornada de Acción Europea
Los sindicatos europeos vienen denunciando que las diversas políticas de austeridad no han hecho sino acentuar las crisis económica e industrial y que, mientras no se demuestre lo contrario, nunca han aportado la más mínima solución en términos de recuperación económica.
Por ello, los sindicatos de IndustriALL Europa han exigido hoy un verdadero plan industrial europeo que no busque una política de seguidismo o de elección entre China o Estados Unidos, sino una política para que Europa retome su destino de la mano de las inversiones, la investigación y el desarrollo.
Este plan industrial pasa, a juicio de IndustriALL Europa, por cinco acciones cruciales para prevenir la desindustrialización:
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Proteger nuestra mano de obra y nuestra capacidad industrial.
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Invertir y reevaluar las normas fiscales para financiar iniciativas sociales y de transición limpia.
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Utilizar la contratación pública para impulsar la demanda.
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Cubrir el déficit de inversión con fondos de la UE.
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Garantizar la resiliencia industrial en los mercados mundiales para combatir el exceso de capacidad, el comercio desleal y proteger el empleo.
La política europea en materia de transicion energética y la necesaria reducción de las emisiones CO2, se debe llevar a cabo con el apoyo político y económico de los Planes Descarbonización, garantizando el cambio de modelo productivo, pero cumpliendo el paradigma de una transición energética justa. En definitiva reducir las emisiones CO2 garantizando el fomento y mantenimiento del empleo industrial europeo.
Desde UGT FICA mantendremos la presión solicitando que las diversas medidas de protección comercial puestas en marcha por la UE se mejoren y amplien, para proteger el mercado europeo de la competencia desleal, se debe reforzar la política arancelaria integrando la variable ambiental.
Desde la Federación vamos a continuar participando activamente en todas las movilizaciones en defensa del empleo, continuaremos exigiendo que se desarrollen, tanto a nivel europeo como a nivel estatal, políticas industriales y económicas que garanticen el mantenimiento de la actividad industrial y en definitiva del empleo de calidad.
Las industrias constituyen la columna vertebral de la economía europea. Por este motivo, IndustriAll Europa exige un plan global de inversión industrial europea que incluya:
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Una Brújula de Transición Justa que priorice la formación para un cambio justo hacia industrias sostenibles.
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Un plan global de inversión industrial que incluya condicionalidades sociales en todas las inversiones públicas.
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Derecho a la energía en casa y en el trabajo.
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Refuerzo de la negociación colectiva y la participación de los trabajadores.
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Garantías de la cadena de suministro mundial que aseguren prácticas de compra justas y la debida diligencia en materia de derechos humanos.