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CCOO y UGT-FICA convocará concentraciones en todos los centros de trabajo mientras dure la protesta. El sindicato denuncia que tras el ERE de la eólica se esconde una subrogación encubierta
Después de tres semanas de negociación, CCOO de Industria y UGT FICA tienen la certeza de que tras el expediente de regulación de empleo de Gewind Energy, que afectará a 135 personas, se encuentra la intención de la compañía de externalizar una actividad cualificada y compleja. Para defender el empleo y las condiciones laborales, los dos sindicatos han convocado una huelga indefinida a partir del 2 de noviembre.
Si los planes de GE Wind Energy salen adelante, la compañía externalizará una actividad que da empleo a 135 trabajadores y trabajadoras. El 2 de octubre se constituyó la mesa de negociación de un expediente de regulación de empleo que esconde una subrogación encubierta. Durante estas semanas, UGT FICA y CCOO de Industria han comprobado que la multinacional eólica no tiene intención de amortiguar estos puestos de trabajo por razones económicas. Pretende que el trabajo lo realice una subcontrata, con peores condiciones laborales.
La actitud que mantiene la empresa en la mesa de negociación, y su negativa a modificar sus planes, han llevado a los dos sindicatos a convocar una huelga indefinida a partir del 2 de noviembre en los centros de trabajo (la empresa tiene aerogeneradores en todo el país, salvo en Cantabria y Extremadura). Mientras dure la protesta, CCOO de Industria y UGT FICA convocarán concentraciones diarias.
Las dos organizaciones sindicales defenderán el empleo y las condiciones laborales. Ya han reducido de 147 a 135 las personas afectadas por el expediente. Denuncian que GE Wind Energy ataca frontalmente la negociación colectiva y vulnera los derechos de las personas trabajadoras. Quienes trabajen en la subcontrata perderán su salario, sus derechos y su antigüedad.
Externalizar tiene consecuencias
UGT FICA y CCOO de Industria recuerdan que otras empresas del sector como Vestas, Siemens Gamesa y Acciona actuaron en el pasado de la misma manera. Tras fracasar en el intento, volvieron a internalizar una actividad compleja, que requiere de un alto compromiso por parte de las plantillas, porque debían ofrecer el mejor servicio a sus clientes. Comprobaron que la externalización les resultaba más cara que mantener a las y a los trabajadores en nómina.