Khaing Zar Aung pide la ayuda de UGT para que contribuya a acabar con el régimen militar de Myanmar

La presidenta de la Federación de Trabajadores de la Industria de Myanmar, actualmente en el exilio, ha intervenido en el 3º Comité Confederal de la UGT, invitada por UGT FICA

La presidenta de la Federación de Trabajadores de la Industria de Myanmar, Khaing Zar Aung, ha pedido hoy el apoyo de la Unión General de Trabajadores y Trabajadoras para que contribuya a acabar con el régimen militar de Myanmar y facilite ayuda humanitaria a su población, que sigue ofreciendo una resistencia mayoritaria a la actual dictadura militar imperante en el país.

Khaing Zar Aung, que ha intervenido en el 3º Comité Confederal invitada por UGT FICA, ha denunciado la grave situación que vive tanto la población como el movimiento sindical en Myanmar, por lo que ha pedido el apoyo de la Unión Europea para que suspenda el acuerdo comercial que mantiene con Myanmar y reclame a las empresas multinacionales el cese de las actividades industriales, sobre todo en el sector textil, como medida de presión económica para acabar con un régimen brutal que ha acabado con la libertad de asociación, la negociación colectiva y la dignidad en el trabajo. La población femenina, que trabaja mayoritariamente en el sector textil, "no es considerada como trabajadora, sino como esclava", ha denunciado.

En su intervención, Khaing Zar Aung ha descrito un panorama laboral y social desolador. Así, de las 700.000 personas que trabajaban en el sector textil antes de la pandemia, la mitad perdieron su trabajo el año pasado por la falta de pedidos y no reciben ninguna ayuda ni ningún tipo de indemnización. "Lo que ahora prima en Myanmar no son empleos de verdad", critica, sino lo que se denomina "trabajadores diarios", que perciben el 75% del salario mínimo, que es 1,78 euros al día, además  de hacer horas extras obligatorias y no remuneradas. 

"Tenemos una gran oportunidad para derrocar al régimen militar porque los habitantes de Myanmar están defendiendo la democracia desde dentro y hay una gran resistencia de la población, pero también necesitamos la lucha y el apoyo internacional", por lo que ha pedido la colaboración del movimiento sindical internacional y ayuda humanitaria para la población, inmersa en una grave situación económica.