La Federación urge a adoptar medidas ante la grave situación financiera de la compañía y la incertidumbre sobre la continuidad de los puestos de trabajo
Coincidiendo con la presencia hoy de una representación de trabajadores y trabajadoras de Abengoa en Madrid, la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT reclama el apoyo de SEPI y del Gobierno en la búsqueda de una solución que garantice la continuidad industrial y tecnológica de Abengoa y de los miles de puestos de trabajo que dependen de la compañía ante la grave situación financiera por la que atraviesa la multinacional andaluza.
UGT FICA entiende necesario el aval del estado para desatascar una situación que no han creado los trabajadores y trabajadores de Abengoa, sino que es fruto de la pésima gestión de los administradores anteriores y de las consecuencias de la pandemia. Es por ello que considera imprescindible la intervención urgente del Gobierno para procurar la supervivencia de la empresa.
Desde la Federación reclamamos el apoyo sin fisuras del Gobierno de España tanto a la única solución presentada para encauzar el futuro de Abengoa, la del grupo inversor TerraMar, como al trabajo conjunto desarrollado por los acreedores, proveedores, plantillas, y Consejo de Abengoa SA, de forma que se pueda revertir su difícil situación, de la que dependen el futuro de la compañía y el de miles de trabajadores y trabajadoras y sus familias.
UGT FICA agradece el apoyo institucional brindado hasta ahora por el ayuntamiento, la diputación y la delegación de gobierno de Sevilla, así como por parte del Ministerio de Industria, y del propio Gobierno de España, pero urge a una intervención política que garantice la continuidad y viabilidad de Abengoa, lo que pasa porque el Gobierno dé el impulso necesario a la Agencia Española de Crédito a la Exportación (CESCE) para que ésta pueda remitir el expediente a la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE) para la aprobación urgente de la línea de avales.
La Federación lamenta el escaso apoyo ofrecido hasta ahora por la Junta de Andalucía para facilitar la continuidad de una multinacional con sede en Sevilla que ha venido siendo un puntal estratégico para el desarrollo industrial y tecnológico de la comunidad andaluza y que en estos momentos requiere, más que de promesas, de la intervención política decidida de las administraciones autonómica y central que dé impulso, de forma definitiva, al futuro de Abengoa.